Lima, Perú
No escribiré que el resultado producido esta noche era digamos dentro de lo previsto, no. Empezaré diciendo que había la esperanza, había esa lucesita al final del túnel en la cual los hinchas peruanos podíamos vislumbrar un buen futuro para la selección . El ánimo en la calle horas antes del partido así lo indicaba: personas comprando cerveza y bocaditos, entre a una bodega y tras pedir mi tradiocional gaseosa y mis papas fritas, le comenté a un cliente del local que esta podía ser la noche que los peruanos esperábamos, ¿y para qué?, empezamos una tertulia con el dueño de la tienda acerca de nuestras posibilidades de vencer a Uruguay, llegaban otros clientes y se unían a la charla, parecía esas mesas de debates que se arman en Fox Sports o en ESPN, guardando las distancias claro. Cuando salía al paradero a abordar la combi, el comentario era el mismo, personas que no nos conocíamos en el vehículo hablando del partido y oyendo los comentarios de los locutores radiales. Había un buen ánimo.
Pero esta noche Uruguay nos dió una pegada de vuelta a la realidad.
Este Perú de hoy distó en un factor del Perú de los partidos de la fase de grupo y del pasado encuentro con Colombia: ese factor llamado JERARQUÍA. Esta noche, los celestes demostraron el por qué fueron cuartos en el pasado mundial de Sudáfrica, y por qué en este momento se dirigen como claros favoritos a ganar este torneo. Porque tiene los méritos suficientes para hacerlo. Tienen en el banco a un director técnico de categoría como lo es 'El Maestro' Oscar Washington Tabárez, un estudioso del fútbol que planifica muy bien sus partidos no solo haciendo el típico estudio del rival, sino, cómo se parará su equipo ante al rival de turno.
Repasemos sino el partido anterior de los celestes contra Argentina. Salió a esperarlo porque sabía que los de Batista estaban presionados por ganar el partido en su cancha, ante su gente y porque una de sus principales estrellas, Messi, era el centro de atención, ¿qué hicieron?: salieron a velocidad regular los primeros minutos y tras el gol retrasaron un poco sus líneas en espera del contragolpe. Hoy contra Perú pasó lo contrario: salieron a presionarlo desde el arranque, buscaron a Advíncula, tal vez el jugador que menos notas le han hecho los medios internacionales pero sin embargo jugó un papel destacado durante la previa a este lance. Presionaron y apretaron al mejor del cuadro de la banda, como es Paolo Guerrero: pelota que recibía el jugador del Hamburgo, era rodeado por tres hasta cuatro jugadores, eso es trabajo de técnico.
Los celestes no apelaron a la tradiocional garra charrua para vencer, lo hicieron de manera justa, sin discusiones y son justos finalistas.
¿Hemos mejorado?. Quienes siguen mis notas no solo desde un pusto de vista futbolístico, sino de índole social, habrán notado que soy una persona cauta, no soy de hacer alharaca por un triunfo peruano, que en ningún momento he publicado una nota del tipo: "Perú ganó, somos los mejores", como pretende vender cierto sector del periodismo conformista. No, no soy de ese tipo.
Soy de la idea que el hombre, la mujer de prensa, no puede distorsionar la realidad, no puede buscar excusas para justificar una derrota. Lamentablemente estoy escuchando algunos comentarios con respecto a la cancha donde se jugó el partido, y sí, también tengan razón que esa cancha es pesada, pero el futbolista debe adecuarse a las circunstancias que lo rodean y no buscar razones de ese tipo. Considero que Perú ha tenido una buena participación, no nos faltó suerte; perdimos ante uno de los mejores equipos del torneo, que nos tuvo contra nuestro arco los 90' minutos de juego.
LO DIERON TODO PERO URUGUAY FUE MÁS |
Este grupo formado es por demas interesante para el próximo reto: el Mundial de Brasil. Confieso eso sí que Markarián no me inspira confianza porque el hombre es inestable emocionalmente y eso a la larga puede afectar al grupo, pero ya tenemos la base. Hay arqueros. Libman, Fernández (sí, se comió el primer gol pero no lo podemos crucificar por eso, nos salvó ante Colombia), está también Butrón. Tenemos una defensa que podemos afiatar más. Al medio tenemos a un Vargas que si bien le falta controlarse, nos puede dar grandes alegrías en las eliminatorias. Y adelante (perdonen amigas lectoras) tenemos a un delantero con los huevos bien puestos como Paolo Guerrero. Esperemos que Claudio Pizarro no se "lesione" de nuevo. QUe Farfán siga progresando. Y esperemos lo que podrían hacer Ruidiaz, Chiroque, Andy Polo, el "Zorrito" Aguirre, Fano. Hay material humano con el cual ilusionarnos pero eso sí, tengamos cautela ante los resultados producidos.
Muchas gracias muchachos de la selección por darnos garra y entrega aún cuando la mano venía dura.