martes, 12 de julio de 2011

CHILE NOS PEGÓ UN CACHETAZO

Escribe: Gilbert Zabalbeascoa M.
Lima, Perú

¿Qué debe estar pasando por la cabeza de André Carrillo en este momento?. Lo que parecía marcar su primera gran experiencia en un torneo histórico en el continente, terminó siendo una gran cachetada a su prometedora carrera en el Sporting de Lisboa. Seguramente al ingresar al campo pensó que tenía que hacer lo que el sabe: poner la pelota en el cesped y hacer su juego elegante y endemoniado para perforar la red chilena. Pero pasó lo que no tenía que pasar: un tiro de esquina para los mapochinos, rebote en el joven delantero y el balón entró limpita al arco equivocado. En plena Copa América. En el minuto final. En un clásico ante Chile. Felizmente André es de esos jugadores guapos, con temperamento y estoy seguro que superará este mal momento personal.
Yendo al plano netamente futbolístico, el lance que se llevó a cabo en el estadio Malvinas Argentinas fue bastante parejo entre ambas escuadras. Tal vez con un libreto ya pronosticado por algunos: un Chile volcado al ataque y un Perú cauteloso, esperando el momento preciso para meter el contragolpe, que cuando lo hicieron a través de las incursiones de Chiroque y Ruidiaz llevaron peligro e inquietud a la retaguardia mapochina.

Por el lado chileno, DAvid Suazo se convirtió en uno de los mejores jugadores en un primer tiempo de dominio alternado entre peruanos y chilenos con lo ya mencionado líneas arriba: Chile, dueño del balón y mandando en el campo, y Perú esperando (bien parado en la cancha eso sí) el contragolpe.

Ya en el segundo tiempo, fueron los de la banda roja cruzada quienes aumentaron las revoluciones y salieron con más decisión a buscar el arco de Miguel Pinto, pero no pudieron ser concretadas. Chile entonces entró en desesperación por buscar desnivelar el empate, los nervios le jugaron una mala pasada cuando a los 60' uno de sus mejores jugadores, Beausejur, se lió a golpes con Carmona a unos metros del irregular juez brasileño Fagundes, y éste sin complicaciones hizo lo simple: roja para el mapocho, y roja para el peruano. 

Cuando todo hacía indicar que el resultado del partido terminaría en blanco, un tiro de esquina cuando se jugaban dos de los cuatro minutos adicionales, terminó rebotando en Carrillo y la pelota entró al arco de SAlomón Libman quien dicho sea de paso, salió mal a cortar el centro.  

Hace uno años (y escribo esto quitándome la camiseta) Perú caía de manera justa en el campo de juego, pero hoy, por la manera como peleó el equipo, por como jugó, no mereció la derrota; esta selección motiva alentarla y seguirla por más bravo que sea el partido. Un artífice de ese cambio de mentalidad es sin duda Sergio Markarián, un técnico del cual desconfío por sus desvaríos mentales pero por el momento está haciendo un trabajo aceptable con el equipo de todos, esperemos que siga por ese rumbo y no nos deje a mitad de proceso.