Las calles estaban desiertas. El clima parecía el de un mundial. Pocas personas en las calles ¿Qué pasaba? La respuesta era clara: cinco equipos argentinos se jugaban el futuro o no en primera división del fútbol argentino. Entre ellos, el legendario River Plate. Sí, el que cosechó 33 títulos locales, el conocido a nivel mundial, el que convoca multitudes jugará la Promoción. Luego de 110 años de historia, los millonarios disputarán un partido más que clave.
El escenario era el mismo que albergaba tantas vueltas olímpicas, el mismo que en que hace más de treinta años, la Selección Argentina salió campeona del mundo con Daniel Passarella a la cabeza. El mismo capitán que hoy preside River y el mismo que levantó tantas copas millonarias.
El rival era Lanús, el subcampeón del torneo. No era fácil, no sólo por el equipo que estaba en frente, sino, también, porque dependían de otros resultados. Y esos resultados no tardaron en llegar: Olimpo de Bahía Blanca marcó contra Quilmes y ya las posibilidades comenzaban a desmoronarse. Y como si eso fuera poco, Lanús también convertía, Silvio Romero hundía a River. Sin embargo, la hinchaba no paraba de corear. Así llegaría el fin del primer acto.
Tres minutos pasaron del segundo tiempo cuando Erik Lamela le daba un soplo de aliento al equipo local. Los de Juan José López avanzaban pero no lograban romper el marcador. Para colmo, Olimpo mantenía los tres puntos que los salvaban de la promoción. El tiempo pasaba, los jugadores se equivocaban y la hinchada se ponía nerviosa. “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, coreaban desde la tribuna que tanto alentó durante el torneo.
Un gol millonario más significaba un triangular entre Olimpo, River y Tigre para definir a quien le tocaba disputar promoción. Pero ese gol no llegaba. La gente no aguantaba más de los nervios, los minutos pasaban, algunos alentaban, otros se mordían los labios, otros lloraban y otro fallecía. El reloj marcaba 45 minutos y el ayudante del referí levantaba el cartel que indicaba que se jugarían cinco más. Las esperanzas no se perdían.
Sin embargo, Leandro Díaz sentenciaría, definitivamente, a los locales. El delantero de Lanús convirtió y la tribuna local fue pura tristeza. Lo que parecía imposible, ya no lo era: River jugará la promoción.
Lo que se viene
El miércoles, los de Jota Jota López disputarán el partido de ida contra Belgrano en Alto Alberdi, provincia de Córdoba. La Asociación de Fútbol Argentino (AFA), aún no definió los horarios, pero sí los días: el de vuelta será el próximo domingo en el estadio Monumental. El empate los beneficiaría por ventaja deportiva de ser de primera división.
River viajará a Córdoba el lunes por la tarde en un vuelo de línea. El rival le cederá tres mil populares en la tribuna que da a la Costanera. El resto, para los cordobeses, que serán aproximadamente, 17 mil hinchas. Cargados de miedo, los millonarios disputarán el partido más difícil de sus 110 años de historia. Sólo resta esperar.