Escribe: Gilbert Zabalbeascoa M.
Lima, PerúEn mis 35 años de vida, no recuerdo una elección tan peleada como la que se realizará este domingo. Es más, me atrevería a decir, y esto de boca de personas mayores que yo digamos, base cinco, seis, siete; que en la historia del Perú no hay una elección tan discutida como la que tendremos este domingo 5.
Por motivos personales me dirigía a San Juan de Lurigancho, distrito que se encuentra a hora y media de donde vivo. El bus que me transportaba tenía que pasar por el centro de Lima, y la verdad que me dejó impresionado la cantidad de gente con sus polos ya sea con la K de Keiko Fujimori, o la O de Ollanta Humala en el pecho. He participado en alguna ocasión en marchas contra la dictadura de Alberto Fujimori allá por la década del noventa, incluso tengo un 'recuerdo' en la parte baja de mi espalda al recibir el varazo de un policía cuando se le dió la orden de reprimir a los cientos que frente a Palacio de Gobierno pedíamos a gritos la salida del hoy apresado y sentenciado, Alberto Fujimori. Pues bien; ayer en el bus y viendo como se desplazaba la gente a su respectivo cierre de campaña de su candidato favorito, me hizo recordar mucho eso: la gente entusiasmada, con ganas de ver a su favorito erigirse como el nuevo presidente de la república.
La sorpresa fue mayúscula cuando llegué al distrito de SAn Juan de Lurigancho: la avenida Próceres de la Independencia, una de las más grandes y amplias de Lima, estaba congestionada en uno de sus sentidos: ¿qué ocurría?. Un cordón policial grueso antecedía a cerca de doscientas personas desfilando con su polo blanco con la O en el pecho, cada una, muy bien organizados, llevaban una bandera blanca simple con una O al centro, atrás de ellos conté 20 buses atiborrados de personas quienes por las ventanas gritaban arengas en favor de su candidato, indudablemente eran seguidores de Ollanta Humala. Cuando el bus reanudó su marcha, tres cuadras después, una comitiva de unas 50 personas abordaban camiones con pancartas alusivas al candidato presidencial. Cuadras más adelante, una gruesa comitiva fujimorista también emprendía el largo camino al centro de la capital para encontrarse con su favorita siguiendo una suerte de ritual (cabalístico tal vez) marchaban con sus polos naranjas con la K al medio y uno que otro llevaba pancartas de Keiko con su apresado progenitor, Alberto Fujimori.
Sinceramente me quedé impactado de la fiebre que se está viviendo en este momento en la capital: como escribí líneas arriba, no recuerdo tanto movimiento, tanta controversia como la que tenemos este 3 de junio del 2011. Un movimiento y tensión similar la recuerdo cuando se enfrentan la "U" o Alianza Lima en una versión del super clásico del fútbol peruano, pero esta vez se trata de una disputa política; disputa en la cual los propios medios de comunicación (perdiendo completamente el sentido de la objetividad) se han parcializado con uno y otro candidato, me pregunto: ¿qué pasará con aquellos directores, periodistas cuando su candidato muerda el polvo de la derrota?, tal vez deberían evaluar bien su rol a seguir en los próximos cinco años ya sea la Fujimori o Humala elegido como nuevo gobernante del país.
A estas alturas (viernes 2 de junio, 19:45 horas) ya no se pueden publicar encuestas, la venta de bebidas alcohólicas ha quedado prohibida, lo que acá llamamos 'La Ley Seca'. El comentario general en las calles, en las oficinas es la misma: "¿Quién ganará?, " que miedo si gana ..., ¿cómo será su gobierno?....¿seguiremos chambeando (trabajando)?". Es que en verdad lo que se respira es tensión, es una incertidumbre total lo que pueda pasar en el futuro, gane quien gane. O bien se regresa a la década fujimorista, o tendremos cinco años inciertos.
CNN en español, ya lleva dedicándole dos horas al tema de las elecciones en el Perú, obviamente que hay incertidumbre también afuera por lo que pueda pasar en las próximas horas, los inversionistas también están expectantes ante lo que se viene. Una amiga que trabaja en un ente privado me dice y escribiré textualmente su frase: "... ahí nos cagamos de miedo si gana (me reservo el nombre), porque tal vez estatiza la empresa; pero si gana (me reservo el nombre) igual hay incertidumbre."
Ya queda poco para ese día, y este domingo toda la ciudadanía estará expectante ante esta elección porque hoy más que nunca el Perú se juega su futuro.