viernes, 19 de agosto de 2011

CIRO Y LAS DOS TERESAS

Escribe: Gilbert Zabalbeascoa M.
Lima, Perú

La extraña desaparición de Ciro Castillo, sigue siendo, y seguirá siendo durante buen tiempo, el tema central en conversaciones amicales, y de desconocidos en la esquina del kiosko de periódicos esperando a que llegue el respectivo bus que los lleve a sus centros de labores.

Ciro se encuentra desaparecido y por más doloroso que sea escribir, y leer esto, toda esperanza de hallarlo con vida desaparece con el correr de los días, y sobretodo, por el ineficiente sistema judicial que no acelera el proceso para que la principal sospechosa del aparente crimen, Rosario Ponce, rinda su manifestación. Ella por ser la última persona que vió con vida a Ciro es quien debería dar las pistas para reconstruir los últimos momentos que vió con vida al joven.

Lógicamente y como suele suceder en esta clase de eventos, se tejen sobre su desaparición teorías ligadas al fenómeno paranormal. Se insinua que habría sido víctima de una abducción alienígena, que Rosario habría sido testigo de eso y por eso su hermetismo al respecto. También los lugareños cercanos al Valle del Colca, hacen referencia a mujeres que habitan dentro de las cuevas del lugar y que hechizan a los hombres que confundidos por las condiciones del lugar caen rendidos ante éstas, por ello, la desaparición de hombres es común en el lugar.

Pero dejando de lado por un momento el tema de Ciro, es bueno traer a colación los dos casos previos que sacudieron en su momento a la opinión pública nacional con la desaparición de dos mujeres, casualmente en el sur del país. Es el llamado Caso de las Dos Teresas.

TERESA YAQUETTO
Desaparecida en 1977
Para ello es bueno ir hasta el 8 de octubre de 1977; Cuando Teresa Yaquetto junto con 8 compañeros estudiantes y un profesor de la universidad nacional  San Agustín, decidieron escalar las faldas del volcán Misti. En pleno ascenso, Teresa adujo sufrir una luxación y por lo tanto no pudo continuar con la travesía. Posteriormente, algunos de sus compañeros declararon que les llamaba la atención que  Yaquetto no tenía puestas las zapatillas adecuadas para la escalada. El grupo le advirtió que se quedara en el lugar y que por ninguna razón se moviera de ahí. Cuando el grupo volvió al punto, Teresa ya no se encontraba.

Tras dar anuncio a las autoridades, se inició una búsqueda incansable para encontrar a la estudiante. Participaron más de 150 personas interviniendo miembros de Defensa Civil, Fuerza Aérea del Perú, del Ejército Peruano, la Policía Nacional de Investigaciones, Cruz Roja, miembros de clubes de Andinismo. La búsqueda duró dos meses con resultados nada alentadores. El grupo que acompañó a la Yaquetto fue intensamente investigado por la policía. La madre de Teresa descartó la posibilidad de una fuga de su hija ya que ella cuando tenía algún tipo de problema se lo comentaba. Una testigo de la localidad de La Chilina dijo haber dado información un día después a una chica con las mismas características de Teresa Yaquetto, sin embargo, pesquisas posteriores de la policía no lograron aclarar esa supuesta aparición.

El 28 de octubre de 1978, otra Teresa, en esta ocasión, Teresa Romero Cabrera de 23 años, desaparecía en las faldas del Misti. Romero dijo estar agotada para escalar el volcán y  abandonó al grupo de ascenso, tal como señaló en su momento el alpinista Carlos Zárate. El detalle que llama la atención en este caso, es que Teresa Romero ya había escalado con anterioridad el volcán cuando tenía 18 años y aparte de eso, el terreno donde ella estaba la última vez que la vieron estaban en un terreno completamente llano, y para acrecentar el misterio: estaba cerca de los buses que los habían llevado a la travesía.

Nunca se supo que fue de la vida de las dos Teresas, como en toda historia de misterio se tejieron rumores de todo tipo, de que ambas por separado fueron vistas en Bolivia en el caso de Yaquetto, y en Juliaca en el de Romero, pero sin ninguna prueba convincente al respecto y además de eso, sin un motivo aparente para que ambas mujeres quieran alejarse de su vida cotidiana.


miércoles, 3 de agosto de 2011

1ER ACIERTO DEL GOBIERNO DE HUMALA: SANCIONAR A MARTHA CHÁVEZ

Escribe: Gilbert ZAbalbeascoa M.
Lima, Perú

Los fujimoristas empiezan a sentir lo que es verdaderamente justo, y quien mejor que la Martha Chávez para sentir eso. Ciento veinte días de sanción para esa señora malcriada (para ser sútil en mi calificativo hacia ella) y a decir verdad, me parece poco.

Y es que una persona que le ha faltado el respeto, primero; al presidente de la República, segundo; a todos los peruanos, y tercero a los visitantes extranjeros; merece una pena más severa que la aplicada a la Chávez. Ahora ya tendrá tiempo para pasearse por las radios 'amigas', al igual que los programas 'televisivos' para llorar sus penas, y despotricar contra quienes ella cree que se están tomando una revancha política.

Es que en alto ego nunca imaginó que el gobierno del reo Fujimori tendría un fin, que siempre iba a ser 'El baile del Chino' (El robo del chino lo llamaría yo) lo que siempre iba a sonar, pero la escudera del presidente japonés (nunca se supo dónde se encuentra su partida de nacimiento) se equivocó por completo, primero, mordiendo el polvo de la derrota con la derrota de la hija del presidiario, Keiko, y ahora con esta verguenza que nos hizo pasar  a los peruanos el pasado 28 de julio.

Lo lamentable del asunto es que, acá no solo hay que verlo desde el punto de vista del hombre y la mujer de la calle diciendo: "está bien que se le haya sancionado"; la cosa va por otro lado: lo mal parado que dejó a los peruanos la Sra Chávez haciendo el papelón de gritonear en pleno hemiciclo, porque, ¿qué se deben haber preguntado: Cristina Fernández, Dilma Rousseff, Sebastián Piñera, Evo Morales, Rafael Correa; al ver ese 'chongo' protagonizado por la Chávez?, ¿qué así nos portamos todos los peruanos?, ¿qué esa es nuestra manera de alzar nuestra voz de protesta?. Esa es la percepción que deja esa mujer del peruano común y corriente, como tú amiga, amigo que lees esta nota-

Si hay algo que sí se le debe agradecer a la Sra Martha, es que de alguna manera nos permite visualizar un nuevo rumbo, el nuevo prototipo a evitar para un político con miras al futuro y eso es no caer en la bestialidad e ignorancia que linda con lo ridículo y que cayó (deliciosamente) en vulgaridad la Chávez, me refiero al artículo 307 de la Constitución Política de 1979, lean bien amigos(as) lectores(as) y notarán a lo que me refiero y que siempre se nos mantuvo oculto, por no leer y no analizar justamente.

"Esta Constitución no pierde su vigencia ni deja de observarse por acto de fuerza o cuando fuere derogada por cualquier otro medio distinto del que ella misma dispone. En estas eventualidades todo ciudadano investido o no de autoridad tiene el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia. Son juzgados, según esta misma Constitución y las leyes expedidas en conformidad con ella, los que aparecen responsables de los hechos señalados en la primera parte del párrafo anterior. Asimismo, los principales funcionarios de los gobiernos que se organicen subsecuentemente si no han contribuido a restablecer el imperio de esta Constitución.El Congreso puede decretar, mediante acuerdo aprobado por la mayoría absoluta de sus miembros, la incautación de todo o de parte de los bienes de esas mismas personas y de quienes se hayan enriquecido al amparo de la usurpación para resarcir a la República de los perjuicios que se les haya causado."


Como se podrá ver, este artículo fue pensado en casos como los acaecidos el 5 de abril de 1992 cuando Fujimori dió el famoso autogolpe de estado y creyó con ello pasar por encima esta enmienda, y lógicamente los peruanos en ese momento no cuestionamos esto porque (como un servidor por ejemplo) ignorábamos porque no lo leímos, entonces sale la pregunta: ¿dónde estaban los juristas de ese entonces que hoy en día se llenan la boca diciendo que son defensores de la democracia?.

Parece que el "ignorante rebelde" como algunos sectores de opinión llamaron al Presidente Humala, acertó una grande y se anotó un gran punto al juramentar por la Constitución del '79 que sin lugar a dudas es la que debe volver a entrar en vigencia.